Ser
frontal es mi mayor virtud y mi peor defecto. Ser frontal me trae peleas,
discusiones, e incluso problemas con gente que realmente quiero y hasta con los
otros que no quiero. Todos dicen que valoran la verdad, las cosas directas, que
hay que decirse todo en la cara, pero cuando digo lo que todos piensan y nadie
se anima a decir, soy juzgada de todos lados.
Últimamente
me cuesta muchísimo ser la que tiene “la ultima palabra”, la que discute, la
que dice todo y no se calla nada. Porque vivo rodeada de personas que realmente
no valoran la verdad, que prefieren aparentar sentimientos, emociones y demás
cosas, que ir de frente y decir las cosas como son.
A pesar
de llevarme el mundo por delante y caerme mil veces, no quiero cambiar.
Prefiero
decir mil verdades, que asentir una mentira. No digo que nunca miento, porque
no es así, hay mentiras en todos lados, desde en las familias más unidas, hasta
en los diarios. A lo que voy es que, hay que ser frontal, aunque eso cueste y
mucho.
Me
canse de hipocresías y estupideces, de la gente que por atrás dice mucho y de
frente poco. De aquellos que se hacen los victimas delante de todos, y ellos
mismos bien saben que son unos hijos de puta.
Admito
que soy forra, que disfruto a veces, en muy pocos casos, hacer sufrir a las
personas. Suena sínico, quizás porque lo es. Pero es mi manera de ser.
La
frontalidad es un “arma de doble filo”. Esa una gran virtud y un peligroso
defecto.
Muchas
veces, me fui de boca siendo frontal, haciendo sentir mal a quienes no lo
merecían. O poniendo incomodas, o avergonzando gente, o hablando con
“superiores” (profesores, directivos, gente mas grande, etc.). En esos momentos
ser directa fue un defecto, uno muy grande.
Me
arrepiento de mucho de lo que digo, de cuando, de como, de donde y de a quienes
se lo digo.
Pero
igual, para mi es mejor soportar el peso que tienen mis palabras afuera de mi,
que adentro mio. Es mucho mejor decir todo y no guardarse nada, si te guardas
las cosas, lo único en que te convertís es en un cagón/a rencoroso/a hipócrita
del orto. Y esos si que son defectos
totales.