lunes, 7 de julio de 2014

Inestable

De un día a otro, de un momento a otro, él, mi novio (que extraño se siente todavía decirlo), cambia por completo su personalidad. Es capaz de pasar de ser la persona más tierna, comprensiva, simpática e inteligente, al pelotudo más forro y egoísta de toda la humanidad.
Una vez por semana, su histeria masculina sale a la luz junto con sus incontables contradicciones, acá van algunos ejemplos textuales de cómo es él en modo “normal” y en modo “basura”:

Normal: “Te quiero ir a abrazar ahora nenu, te extraño”
Basura: “Si lloras por teléfono te corto, sos insufrible” / “Andate de mi casa no te soporto”

Normal: “Cuando nos vemos? Qué podemos hacer?”
Basura: “Si vos no me decís que querés hacer no nos vemos, porque yo no voy a proponer siempre” (no propone siempre)

Normal: “Bueno, está bien, prometo ir a ver la película esa, pero por vos”
Basura: “Sabes que odio ir al cine, no pienso ir a hacer algo que no me gusta porque vos quieras”

Normal: “LLamame cuando quieras amor”
Basura: “A quién carajo se le ocurrió que hablemos por teléfono?”

Normal: “Que te diviertas amor, pasala lindo”
Basura: “Y como no voy a desconfiar de vos si te comiste a 439, sos una trola”

Podría seguir y seguir la lista, pero la verdad que me deprime.
Es tan raro… Y me siento tan idiota. Jamás entendí a la gente que se deja basurear así y sigue ahí atrás del otro como unos pelotudos, hasta ahora que lo estoy viviendo…
Sinceramente, si hiciera un balance son lejos mucho más intensas las veces que llore como una pelotuda fracasada sola por él y sus acciones, que las veces que me fui a dormir completamente feliz.

Ahí está mi problema, que él sea un egoísta bipolar es el suyo, pero el mío es no poder parar y dejar toda esta cosa enfermiza. Lo amo, no me imagino sin él, pero tampoco quiero o merezco todo esto cuando al inútil “le viene”. Tampoco lo sé manejar, porque si sus rayes se basaran en cosas puntuales que haya hecho yo, serías mucho más fácil… Pero la realidad es que son de la nada, en un minuto te dice que no quiere pelear y al otro “algo me genera ganas de pelearte”. No sabe que quiere… Y ven acá de nuevo una idiota enamorada, empecé a hablar de mi problema y volví a hablar de los suyos, no me soporto, empiezo a pensar que a lo mejor yo me siento tan para el culo conmigo misma que de alguna forma “dejo” que él me trate como quiera. No logro encontrar un punto medio en mi vida sentimental: o soy la forra hija de mil puta, o soy la pelotuda que se deja forrear por un imbécil.

Me hacen mierda estas situaciones, mi idea de una relación no es llorar una vez por semana fija porque mi novio es un histérico bipolar que no sabe qué quiere, o mejor dicho, que sabe qué quiere pero cambia eso que quiere cada media hora.
Esto es peor que estar sola. Estando sola lloraba una vez al mes, promedio,  dependiendo de MIS estados de ánimo, por sentirme la hermana perdida de Bridget Jones. Ahora lloro una vez por semana, por los estados de ánimo DE un pibe. Y cada vez que en mi mente suena un “Si te trae más conflictos que beneficios y tanto mal te hace, mandalo a la mierda” Otra parte de mi sale y dice “Lo necesito, no quiero estar sin él”. “No me merezco esto, pero no lo quiero dejar” Parece una frase de una reverenda pelotuda, y lo es, porque es mía. Pero no puedo entender como cabe en mi mente ese “no lo quiero/ no puedo dejar”.


Me convertí en todo lo que siempre critique, soy una gila más, entre tantas minitas, cuyos estados de humor no dependen de sí misma, sino de otro, que en lo que mayormente piensa es en él y cómo poder estar mejor, que lo extraña todo el tiempo, que se banca forreadas y se calla cosas para no pelar o hacerlo sentir mal, que vive revisando sus redes sociales y se pone mal si no me habla o no me stalkea, que se echa la culpa de hasta la cosa más pelotuda porque no quiere discutir sino reconciliar, que por más que sea un forro de mierda, lo querés igual y bancas hasta la peor forreada como una completa sumisa inútil  con tal de no perderlo, pero no te das cuenta que no perdiéndolo a él, te estás perdiendo a vos.